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Ingredientes
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Instrucciones
Poner el bacalao en remojo con la piel hacia arriba durante
24 horas, cambiando el agua al menos 4 veces. Pasado ese tiempo, poner el
bacalao con la piel tocando el fondo de la cazuela, cubrirlo de agua fría y
poner al fuego a temperatura mínima porque no debe hervir.
Dejar que se temple muy lentamente y cuando el agua se ponga
un poco turbia retirarlo del fuego y dejarlo enfriar dentro del agua. Pelar las
patatas y partir como para tortilla.
Poner en una sartén con aceite junto con la cebolla picada y
dejar hacer lentamente sin que lleguen a tostarse. En otra sartén freír los
pimientos rojos y los verdes y freír aparte el tomate. Limpiar el bacalao de
piel de espinas, desmenuzar y reservar.
Poner en una cazuela aceite y los ajos pelados. Retirar los
ajos cuando estén dorados y añadir el bacalao removiendo pero evitando que se
desmenuce más (podemos añadir también las pieles del bacalao, atadas con un
cordel, para luego poder retirarlas con facilidad; esto le dará mucho más sabor).
Pasados unos minutos añadimos el resto de los ingredientes y
dejamos a fuego suave sobre 30 minutos aproximadamente.
Si deseamos añadir gulas, langostinos o cigalas los freímos
previamente y los ponemos encima del bacalao minutos antes de servir.
Este plato gana con horas de reposo y es preferible no
guardarlo en frigorífico.